Misa de acción de gracias por la vida de la Madre Teresa Quintero, religiosa de la Sagrada Familia de Urgel

En un ambiente de gratitud se celebró la Misa de Acción de gracias, para despedir a la Hermana Teresa Quinteros, de la congregación Sagrada Familia de Urgel, fallecida este jueves 16 de marzo en Copiapó, a los 91 años de edad.

La misa fue presidida por el obispo, Monseñor Ricardo Morales, junto a sacerdotes de toda la diócesis que llegaron hasta la capilla del Liceo Belén, donde la hermana se desempeñó en sus últimos años en la biblioteca.

En su homilía, el obispo manifestó agradecimiento por el testimonio de la hermana Teresa. Destacó que el sentido de su vida fue la entrega generosa y alegre a los demás. Especialmente a las alumnas del Liceo, a quienes acogía y acompañaba con cariño y paciencia. Dijo que la hermana Teresa “buscó a Dios incansablemente, en una vida entregada a los demás, en la sencillez diaria”. Dijo que “le decimos Madre Teresa porque fue fecunda en vida, en amor, en entrega al otro; al final de esta vida no nos van a preguntar por nuestros títulos, o si fuiste sacerdote, religiosa, sino cuánto amaste, cuánto saliste de ti mismo”. Al terminar sus palabras, don Ricardo dijo: “Hoy, pidamos al Señor que nos regale esa entrega que Madre Teresa tuvo, esa sencillez, esa humildad, vivir ese amor al prójimo como ella lo vivió, para que al final de nuestra vida podamos decir que esta se nos dio para buscar a Dios, la muerte para encontrarlo y la eternidad, para poseerlo”.

En la oración el obispo oró especialmente por la congregación Sagrada Familia de Urgel, por la comunidad educativa del Liceo Belén, y por la familia y cercanos a la Madre Teresa.

Al final tomó la palabra la Madre Rocío Gonzalías, quien compartió algunos datos biográficos de la Madre Teresa, y también hermosas anécdotas que dieron cuenta de su dedicación, buen humor y humildad. También habló Carlos, uno de los sobrinos, compartiendo lo difícil que será para la familia enfrentar esta ausencia, y al mismo tiempo, agradeciendo el cariño demostrado a la Madre Teresa.

La misa reunió a cientos de personas en la hermosa capilla del Liceo, para dar el último adiós a una religiosa que marcó a muchas generaciones de alumnas y sus familias, con su testimonio de cariño y dedicación.

2023-03-18

Religiosa de la Congregación Sagrada Familia de Urgel falleció a los 91 años

Tras toda una vida dedicada al Señor, la tarde de este miércoles 16 de marzo, a los 91 años, falleció la hermana Teresa Quintero Gallardo, de la Congregación Sagrada Familia de Urgel, conocidas en Copiapó por su presencia en el Liceo Politécnico Belén.

La Hna. Teresa nació en Caldera el 7 de octubre de 1931, hija de Felipe y Marcelina, y a los tres años se trasladó junto a sus padres a vivir a Copiapó. Tuvo ocho hermanos en total: Aide, Nelson, Edy, Juan, Raquel, Maribel, Carlos y Eliana.

Entró a la Congregación de la Sagrada Familia de Urgel en marzo de 1959, en Viña del Mar. Realizó sus votos en 1962.

En el Liceo Belén de Copiapó prestó su servicio dando clases de Religión, y acompañando a las familias de las alumnas en todos los ámbitos. También en el recordado y antiguo Hogar Belén de Punta Negra, cuidaba a las pequeñas que llegaban allí, acogiéndolas y escuchándolas con cariño.

Llamada por su congregación, estuvo en Roma y Paraguay realizando la labor evangelizadora que se le solicitó. Hasta hace unos días, seguía desempeñándose en tareas del Liceo Belén, como encargada de la Biblioteca, en donde atendía con amor, paciencia y cariño a las alumnas. A sus casi 92 años, seguía siendo un miembro activo y de gran testimonio en su comunidad religiosa y educativa.

Hace un año, la religiosa celebró 60 años de vida consagrada de Madre, en la Catedral de Copiapó, en una misa presidida por Mons. Ricardo Morales.

La Iglesia en Atacama agradece al Señor la presencia y labor de la Hna. Teresa en la vida de la Iglesia y de tantas alumnas del Liceo Belén, que a lo largo de los años han conocido su dedicación y cariño, y envía las condolencias a su familia y a su Congregación religiosa.

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Durante esta semana el Cono Sur se ha reunido en la ciudad de Brasilia en Brasil, para realizar la fase continental de preparación al Sínodo que se realizará en el mes de octubre en Roma. Han sido cinco países: Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile que se han convocado durante esta semana para trabajar el Documento de la fase continental.

Monseñor Ricardo Morales, parte de la delegación chilena, nos cuenta que “ha sido una oportunidad hermosa donde hemos podido experimentar la comunión y la fraternidad en la iglesia, reconociendo diversas realidades, diversos carismas; hemos tenido la oportunidad de compartir juntos la oración, la eucaristía y también trabajos en pequeñas comunidades compuestas por los diversos países donde con el método de conversación espiritual hemos pedido que el Espíritu Santo nos ilumine para discernir aquello que el Señor nos está pidiendo como Iglesia y especialmente como Iglesia Latinoamericana”. El obispo manifestó que ha sido un tiempo muy hermoso, de mucha fraternidad, de mucha comunión, con momentos muy fuertes de oración.

La delegación chilena ha tenido también una participación muy especial. “Ha sido la oportunidad también para nosotros como chilenos de compartir, de fraternizar, de conocernos más -señaló don Ricardo- y también de descubrir esos carismas que nos permiten hacer crecer la iglesia desde cada don recibido”. Dio que ya estaban las conclusiones “y el sentir es de mucha comunión en la línea de seguir trabajando en la sinodalidad, que no sea solo una palabra del momento, sino que logre impregnar las estructuras, la espiritualidad y la manera de actuar y también de trabajar”, concluyó el obispo de Copiapó.

2023-03-09

Obispo presidió celebración eucarística

Tras dos años de restricciones por la pandemia, cientos de familias llegaron hasta el Santuario de La Candelaria para las distintas celebraciones, y la mañana de este domingo 5 de febrero, para la celebración de la Misa Solemne.

En su homilía, el obispo, monseñor Ricardo Morales, destacó la humildad de la Virgen María y San José, quienes llegaron al templo con el recién nacido Jesús, para cumplir la Ley. “Así también nosotros,- dijo- nos acercamos a este Santuario a obtener la bendición del Señor desde nuestra sencillez y pobreza, seres humanos confiados en la gracia de Dios”.

El obispo destacó que María presenta lo más preciado, que es su hijo, con total desprendimiento y entrega. “A veces a los papás les cuesta entender la vocación de sus hijos y no entienden sus opciones, pero hay que tener esa libertad de abandonarse en las manos de Dios”.

Agregó que la Virgen “nos regala la luz que es Cristo. Tenemos que tomar esa luz y ser testimonio de Cristo en medio del mundo, viviendo como el Señor nos pide, la fraternidad, la solidaridad, la justicia, la paz; que seamos verdaderamente luz en nuestros ambientes”.

Tampoco dejó fuera el hecho que el Señor se revela a Simeón y a Ana, dos ancianos. “Es importante escuchar a los adultos mayores, a veces son postergados en la casa, no los escuchamos. Miren la sabiduría de Dios, que se revela a los ancianos, porque el hombre y la mujer mayores tienen más sabiduría que quien comienza en la vida. Recibir esa sabiduría es un don para la familia”.

En el momento del ofertorio, integrantes de los bailes presentaron al altar el pan y el vino junto con implementos de sus bailes, como la flauta, el tambor, el culero y un traje.

Por la tarde tuvo lugar la procesión de los bailes religiosos, que recorrieron las calles con las dos figuras de La Candelaria: la histórica y luego la imagen grande. Miles de personas acompañaron esta procesión, que finalizó con una misa al volver al Santuario.

2023-02-06

Obispo celebró la bendición de los trabajadores

La bendición de los trabajadores comenzó con el traslado de la imagen histórica hasta el altar de piedra, en hombros de los mineros, como ha sido la tradición.

Tras la lectura del evangelio referida a la parábola de los talentos, monseñor Ricardo Morales, quien presidió la liturgia, habló de la problemática laboral. Afirmó que “la iglesia siempre ha defendido la dignidad del trabajo. Hemos visto condiciones laborales paupérrimas, incluso hoy, más allá de las leyes que han mejorado la situación, muchas veces sigue siendo precaria”.

Denunció situaciones injustas en el trabajo de temporada de extracción de fruta, la pequeña minería, la pesca artesanal. “A veces trabajadores mueren por ausencia de condiciones de seguridad, o los trabajos tienen sueldos que no son dignos, o hermanos han terminado enfermos producto de su trabajo”. Llamó a asumir el compromiso de usar los implementos de seguridad, cuidarse y cuidar a los compañeros y compañeras de trabajo, y denunciar condiciones que no están bien. Citando a san Alberto Hurtado, dijo que “la caridad comienza donde termina la justicia”, y que cada uno debe colaborar para construir una sociedad donde cada persona pueda trabajar dignamente.

En el momento de la ofrenda, un minero, obrero de la construcción, una temporera y una secretaria llevaron al altar implementos de trabajo. Luego, una antorcha por cada trabajador muerto en faenas mineras el año pasado, en total, cuatro antorchas que quedaron al pie del altar. Como cada año, al concluir se rezó la bendición de las manos.

Más temprano, se celebró la misa vespertina. En su homilía, el obispo dijo que “compartir el pan con el hambriento, salir de sí mismo para ver las necesidades del otro” es el centro del mensaje de Jesús. “Cuando haces una obra por el bien del otro, estás sirviendo al Señor, aunque no lo sepas”, concluyó.

En el centro del patio se ubicó un pequeño signo para motivar una campaña de recolección de fondos para ir en ayuda de los damnificados de los incendios en el centro sur del país. Al final de la misa dominical, se invita a todos los peregrinos y peregrinas a colaborar para reunir dinero, el que será enviado a las diócesis de Chillán y Concepción.

2023-02-05